domingo, 27 de septiembre de 2009

página de Araha

27/09/09
Qué ha pasado… hoy se suponía un día hermoso. Familiar, divertido, ameno, de descanso. ¿Qué pasó?, pasó lo que intentaba dejar fuera de mi cabeza hasta que tuviera que pasar. Realmente no está seguro de que sea cáncer, por eso estoy tranquila, o lo que cabe.
¿De quién te hablo, Yumata? Te hablo de la persona que me enseñó que un te amo siempre se aprecia tanto como si fuera el último. Me enseñó a no esconder mis sentimientos, y a defender mis pensamientos. Me enseñó a seguir mis ideales, y aprender como esponja de todo ser que se cruce en mi camino. Mi padre. Sí, intenté alejarlo de mis pensamientos y sentimientos para evadir su ausencia, y sirvió. Lo recordaba cada que me hacían preguntas de él, cada que era su cumpleaños o día del padre, o cuando él mismo hablaba a la casa.
Creo que en estos cinco años sin él he llorado tres, quizá cuatro veces su ausencia, pero a lo mucho. Intento no recordarlo, aunque recuerde sus enseñanzas. Esas veces que lloré fue al pensar que quizá algún día mi celular sonaría con esa lada característica, y al responder no escucharía su voz, sino la voz de alguien más con una noticia un tanto más perturbadora que un día lleno de trabajo sin descanso.
Hoy me marcó en la noche, a las 9:52. Yo estaba sonriente, feliz, expectante del día siguiente. Pensé, al oir su voz, que el día no podría ir mejor, aunque al escuchar su tono mientras hablábamos supe que algo no iba bien, y quizá esa noche no sería tan espectacular después de todo.
Le conté de mis planes, el trabajo, el radio, Cancún, el tatuaje que me pidió que no me pusiera. No puede negarlo con la autoridad de padre, pues sabe que la perdió al irse y dejar ese espacio vacío.
Yo oía su voz, y cuando me dijo sobre el examen de salud que tendría al día siguiente para determinar cuál es su enfermedad, empecé a escucharla. Estaba cansada, dolida, exhausta, melancólica, triste, enferma. Un nudo invadió mi garganta y sentía como esta se vaciaba al instante, sin saber qué decir. Yo, al negar ese hecho que llegaría eventualmente, no estaba preparada para una noticia así.
-“¿Te lo pueden quitar, si es cáncer, verdad papá?”, mi voz regresa a cuando tenía ocho años.
-“Sí hija, se puede quitar”
-“¿Te regresarás a Lagos, verdad papá?”, mi voz regresa a cuando tenía seis años.
-“Tengo planeado irme de aquí, quizá regrese a Lagos”
-“Por favor, regresa a Lagos”, mi voz finaliza a cuando tenía tres años.
Mi noche se vuelve oscura, más oscura que de costumbre. La confusión es mi compañera. Ari me ofrece su hombro, lo acepto amablemente, pero solo por un par de minutos, después me voy.
Mi mente permaneció en blanco, o con banalidades en ella hasta que empiezo a escribir esto. ¿Puedes ver mi estado, Ara?, no quiero ver la realidad. Seguramente esto es algo pasajero, no es cáncer, o eso es lo que realmente espero. Necesito un cigarrillo Yuma, ¿Es muy tarde para uno?, me gustaría estar con él para compartir uno. Espero que vuelva a Lagos. Okey… no es cáncer. (Si es que no es), ¿va a librarse siempre de ello?...
Mi padre lloraba cuando se despidió. Algo no está bien, y aún así intento ver todo con las posibilidades más infantiles en lo que esto puede acabar. Seguro es una infección, seguro pasará y regresará a Lagos. Lo volveré a ver después de estos dos años y todo será más fácil. Su melancolía es solo que nos extraña. Eso es verdad, aunque no quisiera pensar que lloraba por algo más que solo extrañarnos.
No estoy lista para no volverlo a ver. Es como si me hubiera transferido el amor que un padre siente por sus hijos. Yo lo amo así, y sería tan doloroso perderlo como si perdiera a mi hijo. Sí, llámalo Electra. Llámalo ágape. Llámalo como gustes, solo no estoy lista. Y no creo estarlo jamás, pero… el día que deba partir, el día que mi oído escuche esa voz triste anunciándome que jamás volveré a verlo, a escucharlo, a abrazarlo, a ver su rostro de orgullo, yo… yo no voy a aguantar.
Yumata, lloro. Lloro de solo pensar en el día que eso pase. ¿Cómo estaré cuando ese día llegue…?

Quisiera una medicina. Una medicina que cure heridas del corazón mental. Me siento extraña Yumata. No siento la desesperación que siento cuando imagino que ya no estará conmigo. Siento que debo seguir adelante con mis cosas sin prestar atención a lo que le pasa. ¿Es cruel? ¿Es egoísta? ¿Es un intento de mi subconsciente para alejarme de la posibilidad…?

lunes, 21 de septiembre de 2009

los mejores momentos del episodio 24

Bien, solo quería pasar para dejar los 3 mejores momentos que me dejaron casi llorando de la felicidad en el episodio 24 de Saki. Sin más preámbulos...



Primero está el "oh, Hanamura, ¿estás bien?" de cuando casi se cae accidentalmente.









Aquí podemos ver la escena de "¿tienes planes para más tarde?", amé esa parte, fue como... "y... ¿quieres perderte por allí?", jeje, Hisa es mi ídola 8-)




Y por último, la sonrisa. Ghh, eso me hizo pensar que pensaba "voy a verla..." AHHH! Hisa y Mihoko tienen una química sorprendente, y eso que no hacen insinuaciones de ningún tipo.

lunes, 7 de septiembre de 2009

bueno, de paso

Pues paso rápido para dejar claro mi brand new crush (bueno, no es así nuevo, pero justo ahora como que me movió el tapete de nuevo)

brrr, Dios no es hermosa? T_T jaja, en fin...
No quiero decir su nombre porque por ENDE se vienen encima de donde viene y cómo se hizo famosa yy, creo que eso es peor que haber empezado de modelo y apestar en la actuación.
Y lo triste es, que, se ve más hétero que el espaguetti. (broma en inglés)(...because even spagetti is straight until you heat it up...) vamos, es buena broma :D
En fin, suspiro poco por ella por esas tres razones;
1.- Es super duper hétero.
2.- Es muy famosa, por ende, inalcanzable 8-)
y la tercera y más importante,
3.- Es de Disney (EWW)

Aún con esa cara preciosa que se carga, no le gana a Hayley :D!!!